Sobre la plataforma de Adoptare
Adoptare es una plataforma digital cuyo objeto es promover la adopción de perros y gatos sin hogar, ofreciendo un puente de comunicación entre las instancias que albergan a los animales y la gente que desea realizar una adopción responsable. Porque amamos profundamente a los animales, Adoptare propone una serie de políticas y recomendaciones que garanticen las mejores prácticas en el proceso de adopción.
Adoptare se opone rotundamente a la venta de animales, por lo que rechazará a todo supuesto albergue o rescatistas independiente que pretenda emplear la plataforma digital como escaparate para la promoción comercial de animales.
Los auténticos albergues y rescatistas independientes que aman y protegen a los animales, podrían invitar al adoptante a ofrecer un donativo de dinero o en especie, mismo que no será obligatorio y cuyo valor será libremente determinado por el propio adoptante.
Sobre el bienestar de los adoptables
Los perros y los gatos que se dan en adopción, deberán de vivir en el interior del hogar y de ser tratados con el amor, dignidad y respeto que demanda un miembro más de la familia. En virtud de lo anterior, se le debe de negar la adopción a los adoptantes que propongan tener al animal en zonas al aire libre como lo son: patios, traspatios, terrenos, estacionamientos, azoteas y similares. El animal doméstico que habita en exteriores, vive frecuentemente aislado –en no pocas ocasiones también amarrado-, padeciendo de frío o de calor extremo. Precisamente porque son invisibles ante la mirada indiferente de los demás, sufren de hambre, sed y de múltiples enfermedades.
Todo animal que se da en adopción, debe de ser previamente esterilizado, vacunado y desparasitado preferentemente por el albergue o rescatista independiente que lo tiene a su resguardo.
Los gatos y los perros dados en adopción no serán sometidos a cirugías estéticas innecesarias, incluyendo, pero no limitado a, cirugías reductivas de cola, cortes de orejas, cortes de cuerdas vocales y tendonectomía.
Sobre el perfil del adoptante
Todo adoptante debe de tener por lo menos 18 años de edad cumplidos al momento de la solicitud y deberá de gozar de plenitud de facultades mentales y emocionales para asumir este gran compromiso de vida.
Exhortamos al adoptante a nunca dar un animal en calidad de “obsequio sorpresa” a otra persona. Está lamentable práctica, sólo contribuye a que muchos animales terminen abandonados en las calles.
Adoptar a un animal supone una gran responsabilidad, por lo que se recomienda no darlos en adopción a personas que den signos evidentes de emplear sustancias tóxicas como alcohol y drogas.
Los adoptantes potenciales no deben de tener un historial documentado de negligencia o abuso animal. De lo contrario, se les deberá negar cualquier adopción.
Los adoptantes deberán de poder proporcionar siempre una forma válida de identificación oficial con foto emitida por el gobierno.
Sobre la familia del adoptante
Debe de existir un absoluto consenso entre los miembros del hogar adoptante sobre el momento y el tipo de animal que desean adoptar. Recomendamos a los albergues y rescatistas independientes que procuren entrevistar a todos los miembros de la familia interesada.
Es importante evitar colocar a animales de menos de cuatro meses de edad, en hogares con niños menores de cinco años. Los cachorros y los gatitos en edades tan tempranas rasguñan y mordisquean intensivamente, mientras que los niños, debido a su desarrollo temprano, pueden ser involuntariamente toscos con ellos. Exhortamos a los adoptantes con niños pequeños a considerar la adopción de un perro o gato que tenga por lo menos cuatro meses de edad o más.
Si los adoptantes ya tienen un perro en casa, deben de traer a su perro al refugio –o con el rescatista independiente- para conocer al nuevo animal antes de que la adopción sea aprobada. Es indispensable que su perro está feliz con la selección del nuevo integrante de la familia y de que la transición para ambos animales sea lo más suave posible.
Porque el adoptable es un miembro de la familia, exhortamos a todos los adoptantes a proveer a sus animales de una placa con su nombre grabado, en el que siempre se incluyan los números de teléfono de emergencia en caso de extravío. Dicha placa –no sobra decirlo-, representa frecuentemente el único recurso realmente eficaz, para lograr que el animal pueda retornar a casa.
Sobre el domicilio del adoptante
Cualquier persona que alquila su actual lugar de residencia, deberá de contar con el permiso por escrito por parte del propietario del inmueble, sobre su consentimiento para que el animal pueda vivir en el interior de la casa.
Recomendamos que los solicitantes hayan vivido en su domicilio actual por al menos tres meses. Esto es para garantizar que los propietarios han tenido tiempo para instalarse en su nuevo entorno y que han establecido una rutina estable para integrar satisfactoriamente al nuevo miembro de la familia.
Sumado a lo anterior y debido a que los animales tienen narices extremadamente sensibles, cualquier proyecto de remodelación que involucre productos químicos y pintura, incluyendo la instalación de alfombras, deberá de haberse completado con suficiente antelación para traer un nuevo animal a casa. En general cualquier momento de transición probablemente no sea un buen momento para adoptar un animal.
De existir un patio o jardín en la casa del adoptante al que frecuentemente accede el animal, este deberá de estar vallado perimetralmente con una cerca de dimensiones adecuadas, que impida que el perro pueda escapar accidentalmente.